Llamamos edificios verdes a aquellas construcciones sostenibles que utilizan materiales naturales, que reducen y optimizan al máximo su consumo de energía y agua y que se integran en su entorno, ya sea natural o urbano, causando el menor impacto medioambiental posible.
Las casas o edificios verdes deben ser, además, respetuosas con el medio ambiente en todas las etapas de su proceso de construcción; desde el diseño hasta la construcción, mantenimiento, rehabilitación, demolición y reciclaje.
Dentro de este concepto de sostenibilidad se considera fundamental la implicación de los usuarios. Será necesario un determinado comportamiento social por parte de las personas que habitan en estos edificios que, en muchos casos, obliga a un cambio de sus hábitos y a cierta flexibilidad en cuanto al uso de los edificios con el objetivo de alargar su vida útil.
Y es que los llamados “edificios verdes” suponen un elemento fundamental en las estrategias y políticas medioambientales encaminadas a reducir nuestras emisiones de CO2.
¿Cómo sabemos si un edificio es verde?
Existen diferentes instituciones, organismos e incluso entidades independientes que se encargan de fomentar la arquitectura y la construcción sostenibles a través de la puesta en marcha de procesos de certificación que se encargarán de evaluar el grado de sostenibilidad de las edificaciones.
Con estas certificaciones, de carácter voluntario, se pretende garantizar que los edificios verdes cumplan con un estándar mínimo de condiciones establecidas por cada organismo de certificación.
Fuente: S&P